sábado, 29 de noviembre de 2014

LA CAMISETA DE AYOTZINAPA LE LLEGO TARDE A ENRIQUE


Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres, es Contador Público (UJAT) con Diplomados en Alta Administración Municipal, Finanzas Municipales y Gobiernos Abiertos (ITESM) y maestrante en Administración y Políticas Públicas (IAPT)

                                                                   Macuspana, Tabasco a 29 de Noviembre de 2014


Y llego el día en que la Presidencia de la República por fin dio la cara sobre los acontecimientos  violentos de los últimos dos meses a partir de la desaparición de los 43 normalistas, el repudio por estos hechos es de magnitudes internacionales, reproduciendo protestas en varios países del mundo como Estados Unidos, Holanda, Suiza, Francia, España, Alemania, Australia, Chile, Brasil, Bolivia, Así como las Universidades más importantes de EU como Harvard; MIT, Boston, Berklee y Tufts.

Todos somos Ayotzinapa ¡, Todos somos Ayotzinapa¡ grito Peña Nieto, solo que sus Asesores le mandaron tarde la Camiseta, cuando el tema ya había alcanzado las críticas Internacionales, el manejo de crisis una vez más fue puesto en evidencia por el equipo Presidencial.

La mayoría de los titulares de los diarios nacionales impresos y digitales publican cuestionamientos al decálogo, así como los Partidos de oposición con excepción del PRI y PANAL “decálogo no calma la indignación de los mexicanos” La silla Rota, “Peña busca acallar protesta social”,  “show mediático” AMLO, “tomada de pelo, de lo ya escrito”, “ser autocritico y corregir errores de su gobierno” PAN

En el Reforma, la periodista Carmen Aristegui, escribe que: “no hubo ningún anuncio, por lo pronto, sobre la forma en que está montado hoy el funcionamiento del gobierno. No hubo autocrítica. No hubo remociones. Ningún mea culpa sobre ningún tema.
En El Universal, la periodista Katia D’Artigues, escribe que: “lo sabía, creo que lo sabíamos todos, desde antes de escucharlo: la crisis que vive México hoy es tan honda que cualquier cosa que hubiera dicho Enrique Peña Nieto dejaría a pocos satisfechos. Así fue, al menos, para mí.

En La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe que: “de lo anunciado ayer sólo pueden desprenderse más maniobras de control y más enredijos procesales para entrampar a críticos y opositores.

En el Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “es tal el cúmulo de acciones planteadas por Enrique Peña Nieto que, de inmediato, surge un par de interrogantes. La primera: ¿por qué pasarle la bolita a los diputados y a los senadores, a los gobernadores y a los alcaldes? La tan esperada “nueva estrategia” no suena mal, pero en ella el Ejecutivo aparece como ausente

En Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe que: “pero si de lo que se trataba era de anunciar lineamientos específicos para vacunar al país contra la criminalidad y la corrupción (lacras endémicas, hoy en el centro de la atención mundial por el caso Iguala y la mansión de la señora Angélica Rivera), el decálogo de ayer se antoja tan amplio que las prioridades parecieran poco identificables.”

En el Excélsior, la periodista Ana Paula Ordorica, escribe que: “no fue un discurso concreto. Por ello demostró, una vez más, que este gobierno destaca por sus grandes anuncios. El enorme reto que tiene es implementarlos. Necesitamos #MásAccionesMenosAnuncios Lo necesitamos con urgencia.”

En Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: “O en Los Pinos no se capta la gravedad del problema o los discursos del Presidente los escriben demasiadas personas al mismo tiempo. Para la expectativa creada desde el lunes, dudo que lo de ayer haya sido suficiente.”

En Milenio, el periodista Ciro Gómez Leyva, escribe que: “por lo grave del momento, el Presidente tenía que convencer y entusiasmar. Parafrasear aquello de me siento con derecho a reclamar la ayuda de todos y a decir: “Vengan, vayamos hacia delante con nuestra fuerza común”. Quizá convenza a legisladores, gobernadores, juzgadores. Pero en la sociedad no registré fervor ni admiración.”

En el Excélsior, el periodista José Cárdenas, escribe que: “fiel a su costumbre, Enrique Peña Nieto presentó un decálogo, diez mandamientos que, a decir del gobierno, nos llevarán a recuperar la paz y el Estado de derecho en materia de seguridad y procuración de justicia. Sin embargo, la ruta presidencial adolece de elementos que parecían indispensables en un mensaje esperado como pocos.”

Al final del día, el decálogo son iniciativas que tendrán que discutirse aun en la Cámara de Diputados, no son políticas Publicas inmediatas, salvo la implementación del 911, que habrá que medir la eficacia en los indicadores de Seguridad Publica.


Apunto de manera particular, que los legisladores tendrán que revisar con detenimiento, desde diferentes enfoques el tema del Federalismo, Autonomía Municipal, entre otros. 

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